lunes, 21 de noviembre de 2011

SANTA INQUISICIÓN

 
Entonces quiero definir cuatro conceptos de importancia: ortodoxia, salvación, herejía e indulgencia.
Ortodoxo según el Diccionario de la Real academia Española (DRAE), significa: "conformidad con el dogma de una religión."
Salvación: según el DRAE es: "consecución de la gloria y bienaventuranza eterna." Según el Espasa Calpe, de acuerdo a la concepción teológica es: "la obtención del último fin del hombre, entrando el alma en el cielo, en contraposición a la frustración de dicho fin por la eterna condenación en el infierno."
Dijimos entonces que se define la ortodoxia católica y se impone el criterio de salvación. Surge el término hereje y herejía. Veamos la definición de éstos vocablos:
Según el citado DRAE, hereje significa: "Cristiano que en materia de fe se opone con pertinacia (obstinación)a lo que cree y propone la Iglesia Católica."
Herejía según el DRAE es: "error en materia de fe sostenido con pertinacia."
Vemos en ésta definición de hereje un punto muy importante a tener en cuenta: hereje es un , o sea que no puede serlo un judío o un musulmán. Un judío podía  entonces sospechoso de herejía desde el momento en que se convertía al cristianismo, no antes. La Inquisición no persiguió a losjudíos, persiguió a los judíos conversos.
Por último la palabra indulgencia que significa según el DRAE: "remisión que hace la Iglesia de las penas debidas por los pecados."
Inquisición Episcopal
El  de la Inquisición comenzó a construirse varios siglos antes de la gran conversión de judíos españoles al  del siglo XIV.
Una vez establecida la ortodoxia, las desviaciones de ella son inquiridas, estudiadas por el obispo de cada diócesis y de comprobarse el delito, son castigadas. Ésta es la primera forma de Inquisición conocida como Inquisición Episcopal. Los castigos en éstos casos eran castigos y penitencias canónicas, como ser asistir en ocasiones determinadas a la iglesia, rezar determinadas oraciones, hacer ayunos, etc.


Inquisición 

La Inquisición, cuadro de Goya.
Aunque el procedimiento inquisitorial como medio para combatir la herejía es una práctica antigua de la Iglesia católica, la Inquisición medieval fue establecida en 1184 mediante la bula del papa Lucio III Ad abolendam, como un instrumento para acabar con la herejía cátara. Fue el embrión del cual nacería el Tribunal de la Santa Inquisición y del Santo Oficio. El castigo físico a los herejes había sido dispuesto con anterioridad por Federico II Hohenstaufen, la institución de la Inquisición se dio para detener los abusos que estos procesos podrían sufrir por parte del poder civil. Mediante esta bula, se exigía a los obispos que interviniesen activamente para extirpar la herejía y se les otorgaba la potestad de juzgar y condenar a los herejes de su diócesis.
A las anteriores disposiciones [...] agregamos el que cualquier arzobispo u obispo, por sí o por su archidiácono o por otras personas honestas e idóneas, una o dos veces al año, inspeccione las parroquias en las que se sospeche que habitan herejes; y allí obligue a tres o más varones de buena fama, o si pareciese necesario a toda la vecindad, a que bajo juramento indiquen al obispo o al archidiácono si conocen allí herejes, o a algunos que celebren reuniones ocultas o se aparten de la vida, las costumbres o el trato común de los fieles.1
En las siguientes décadas, el proceso de la Inquisición resultó intermitente y contradictorio en muchas ocasiones. Un ejemplo vivo fue el caso del primer director de la Inquisición de HungríaPaulus Hungarus, quien defendió a los chamanes paganos húngaros valiéndose de su gran influencia con el Papa Inocencio III, e inclusive aseguró que estos al adorar al sol adoraban al ente supremo que era el mismo Dios, así que no hallaba razón para condenar a la gente. Paulus Hungarus fue uno de los primeros frailes dominicos, quien escribió importantes documentos como la Suma de poenitentiae, tendiendo las bases de la nueva orden a petición de Domingo de Guzmán. Sin embargo, Paulus fue destituído y reemplazado por un religioso más estricto cerca de 1232, luego de iniciada propiamente la Santa Inquisición.2
En su primera etapa (hasta 1230), se denomina oficialmente "Inquisición episcopal" porque no dependía de una autoridad central, sino que era administrada por los obispos locales. En 1231, ante el fracaso de la Inquisición episcopal, Gregorio IX creó mediante la bula Excommunicamus la "Inquisición pontificia", dirigida directamente por el Papa y dominada por órdenes mendicantes, especialmente los dominicos. El hecho de que religiosos bajo el control directo del Papa tuvieran a su cargo los tribunales, fue un freno a su expansión, ya que algunos obispos no querían ver limitado su poder en una diócesis por la presencia de estos organismos papales.3
En 1252, el papa Inocencio IV autorizó en la bula Ad extirpanda el uso de la tortura para obtener la confesión de los reos. Se recomendaba a los torturadores no se excedieran hasta el punto de mutilar al reo o finiquitarlos. Las penas eran variables. Los que se negaban a abjurar, "herejes relapsos", eran entregados al brazo secular para la ejecución de la pena de muerte.
La Inquisición pontificia funcionó sobre todo en el sur de Francia y en el norte de Italia. En España, existió en la Corona de Aragón desde 1249, pero no en la de Castilla.

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